Los árboles y su incidencia en el cuidado del agua

 Los árboles y su incidencia en el cuidado del agua

La creencia ancestral de los pueblos indígenas, considera que los árboles son protectores de las fuentes de agua, por esta razón no talan ningún árbol que se encuentre en las riberas o rondas de los ríos. Los árboles protegen las fuentes de aguas de la penetración directa de los rayos del sol, impidiendo que el agua se caliente y se evapore con rapidez evitando la escasez, la extinción o migración de muchas especies de animales y ecosistemas; también posibilitan la captura de oxígeno, germoplasma y provocan el bienestar y la calidad del agua, la reproducción y abundancia de las demás especies, tanto de flora y fauna, así como la salud de los demás ecosistemas. Los frutos de los árboles proporcionan alimento a muchas especies acuáticas y silvestres que viven a la redonda o las riberas de los ríos Unilla e Itilla, entre otros caños y fuentes de agua. La creencia ancestral considera que existen algunos árboles que son propicios para la sostenibilidad del agua: La palma Moriche, la palma Cumare, el higuerón, el árbol nacedero o cafetero como es conocido por algunos habitantes colonos; la Guadua, la palma cubarro, el achapo, el platanillo, el bijao, entre otros, los cuales según la cosmovisión de la creencia ancestral tienen propiedades místicas para mantener el agua. Hacen claridad que los árboles no producen agua, lo que hacen es retenerla, posibilitando, por una parte no se evapore fácilmente por la acción del calentamiento de la tierra, y por otra, evitando su sedimentación lo que impide que la tierra se desbarranque.